Este aparato tecnológico, conocido con el nombre de Google Glass, se espera que se venda al público por un precio aún por concretar, pero que no será tan desorbitado como los 1000€ que se les hace pagar a los desarrolladores software estadounidenses a partir del año que viene, aseguró el cofundador de Google Sergey Brin.
La presentación de este avance de la tecnología, se realizó el pasado miércoles en la conferencia anual de desarrolladores de Google que se celebra en San Francisco, junto a la presentación de su nueva tableta.
Estas gafas futuristas, que pesan menos que unas gafas de sol, cuentan con un chip de red inalámbrica y todo lo propio de un smartphone de última generación exceptuando una red de radio móvil, aunque por ahora tiene el problema de la batería, que es de baja duración, pero se espera conseguir que se capaz de aguantar un día entero.
La versión de este dispositivo para el usuario de a pie se espera que llegue menos de un año después que para los desarrolladores.
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