La tecnología en la vida diaria

La tecnología, actualmente, avanza a pasos agigantados, y por ejemplo, los ordenadores comprados hace cuatro o cinco años, ya han quedado prácticamente obsoletos, y ello, nos obliga a tener que cambiarlos constantemente, al igual que los programas que tengas instalados en él y otros aparatos electrónicos como puede ser tu televisor, que por culpa de que ahora han surgido numerosas televisiones de pantalla plana, el TDT y puesto que pronto surgirán con la posibilidad de ver en 3D, lo más seguro es que haya que cambiarlo dentro de un año o menos, habiéndoselo comprado hace apenas cuatro años. Pero esto, aparte de vaciarnos los bolsillos, nos hace la vida más sencilla y cómoda, el ordenador nuevo, funciona a una velocidad cinco veces más rápido y tiene diez veces más de capacidad de almacenamiento en el Disco Duro, y la televisión se ve con una mayor calidad de imagen, y puedes saber de forma más cómoda "qué echan por la tele".

Actualmente estamos en una auténtica revolución de la tecnología, impulsada, principalmente, por el descubrimiento del transistor a mediados del pasado siglo, la competencia entre las empresas dedicadas a este sector y la necesidad de "estar a la última" en en este tipo de aparatos, provocada por la presión social.

El desarrollo de estas tecnologías, tiene como consecuencia un movimiento constante de los puesto de trabajo, se sustituyen a numerosos trabajadores por máquinas que son más rápidas, más fáciles de mantener (en algunos casos no), y más efectivas, pero también se añaden nuevos puestos de trabajo, ¿quién crea la máquina?¿quién la mantiene?, aunque estos nuevos trabajos, requieren una mayor especialización y unos conocimientos superiores a los necesarios anteriormente. Por tanto, podemos llegar a la conclusión de que el constante avance de la tecnología en la vida diaria elimina los trabajos menos especializados, y crea otros que necesitas una mayor cantidad de estudios y eso, lo más seguro, llevará a que cada vez hayan más áreas en las que especializarse y menos trabajos para los que servir, lo que puede conllevar a que hayan demasiados trabajadores (que sólo pueden ocupar determinados lugares de trabajo por sus conocimientos especializados) para pocos puestos y viceversa, sobretodo, cuando una nueva tecnología se cree o entre en desarrollo.